El cambio climático profundiza las desigualdades, compromete la seguridad y soberanía alimentaria, agrava las condiciones de salud pública, exacerba los conflictos ambientales que aceleran la deforestación y el deterioro de enormes áreas del país como la Amazonia, agota el agua, amenaza la biodiversidad y amplifica la ocurrencia y las consecuencias de los desastres. Ante la destrucción de la economía y la política de la muerte, avanzaremos en el restablecimiento del equilibrio reproductivo entre la sociedad y el ambiente con justicia social.
Frente a las políticas de la muerte, estableceremos una nueva relación entre la sociedad y la naturaleza, donde prime la defensa de la vida por encima de los intereses del capital económico. Haremos del agua el eje ordenador del territorio y les daremos toda la importancia ambiental que merecen a los océanos, arrecifes, manglares, nevados, páramos, bosques, ríos y humedales y toda nuestra riqueza ecosistémica; sentaremos las bases para una transición energética, fortaleceremos la economía circular, impulsaremos el bienestar y la protección animal y haremos del Gobierno un instrumento para hacer de Colombia una Potencia Mundial de la Vida con soberanía hídrica y energética.
Economía para la vida
Plan de Gobierno de Gustavo Petro
La democratización del espacio: un lugar para la producción y reproducción de la vida.
Propuestas de Gustavo Petro
La democratización del crédito. Más y mejores oportunidades para vivir y producir
Propuestas de Gustavo Petro
La democratización del Saber: el conocimiento humano para la transformación productiva
Propuestas de Gustavo Petro
Una transformación productiva para la vida debe desligarse de un modelo excluyente, extractivista y mono agroexportador. La inserción de Colombia en el sistema económico internacional a partir de la exportación de materias primas, y la apertura económica sin protección a la industria nacional han frenado los intentos por desarrollar un aparato productivo fuerte, tanto para el mercado interno como para las exigencias de los mercados internacionales.
La política de transformación productiva será articulada en pactos de productividad entre empresas privadas, sectores de la economía popular, sociedad civil y Estado para orquestar la coordinación de los diversos actores en búsqueda de un crecimiento más dinámico, democrático y respetuoso de la naturaleza que asegure la igualdad y el buen vivir. Estos pactos estarán sustentados en mecanismos transparentes de seguimiento y evaluación para premiar a quienes cumplan y sanciones a quienes actúen de mala fe.
Reconociendo las cadenas de oferta globales y el castigo de la institucionalidad internacional del comercio al aislacionismo, la política industrial no seguirá siendo guiada únicamente por favoritismos hacia un sector específico.
Su objetivo será activar todas las ganancias de productividad posibles, en sectores transables y no transables, en grandes empresas y en la economía popular.